05|01|2023
Juicio
político a la Corte: dictamen garantizado en la
cámara, pero con un recinto complicado
Tras el encuentro con los gobernadores, el
Presidente se reunirá con los jefes parlamentarios
del FdT para definir las extraordinarias. Porotos y
calculadora.
La decisión de Alberto Fernández de pedir el juicio
político contra el titular de la Corte, Horacio
Rosatti, y los otros tres miembros del tribunal, aún
no terminó de corporizarse. Cuando se transforme en
texto, será tramitado en la Cámara de Diputados,
donde si bien el oficialismo no tiene los dos
tercios para aprobarlo en el recinto, cuenta con la
posibilidad de darle un dictamen de mayoría porque
controla la comisión de Juicio Político. Los tiempos
los definirá el Presidente esta semana cuando,
después de recibir la Liga de las provincias este
martes en la Casa Rosada, se reúna con las
autoridades parlamentarias del Frente de Todos para
defiir el temario de un período de sesiones
extraordinarias que podría comenzar este mismo
enero.
La ofensiva estará concentrada contra los cuatro
miembros del máximo tribunal y terminará de tomar
forma luego de dos cumbres que encabezará Fernández.
Con los gobernadores buscará respaldo para su
planteo y delinear hasta dónde llegará la
demostración de fuerza que está cocinando. En los
días siguientes, o este mismo martes, volverá a
encontrarse con las principales autoridades del
oficialismo en Diputados.
Según confiaron fuentes parlamentarias, el encuentro
se concretará en las próximas jornadas y reeditará
la reunión que el jefe de Estado tuvo a fines de
noviembre con la titular del cuerpo, Cecilia Moreau,
el presidente del bloque del FdT, Germán Martínez y
la secretaria parlamentaria del espacio, Paula
Penacca. En esa cita analizaron las posibilidades de
extender el período de sesiones ordinarias al 30 de
diciembre. Esta vez se encontrarán para definir el
temario que tendrá dos partes: una es la posibilidad
de habilitar extraordinarias para el tratamiento el
juicio político contra los cuatro cortesanos; y la
otra, que quedó pendiente en diciembre, tiene que
ver con los dictámenes que no llegaron al recinto,
como la moratoria previsional, un nuevo régimen de
blanqueo de capitales, la creación de un monotributo
para contribuyentes que facturan en dólares, la
creación de cinco universidades nacionales y la
nacionalización de cuatro provinciales.
El oficialismo no tiene los votos para aprobar el
pedido de juicio político en el recinto porque no
tiene chances de reunir los dos tercios necesarios.
Pero tiene la posibilidad de firmar un dictamen de
mayoría del proyecto, porque tiene el control de la
comisión de Juicio Político, que cuenta con 31
miembros y el Frente de Todos tiene una mayoría
propia de 16. El organismo es presidido por la
diputada entrerriana Carolina Gaillard que tiene un
vínculo directo con Fernández y es de su confianza.
La legisladora comenzó esta semana con un viaje de
regreso desde su natal Entre Ríos a Buenos Aires que
no tenía en los planes. Si se concreta la reunión
con el Presidente las fuentes consultadas descuentan
que Gaillard estará en esa mesa. La comisión de
Juicio Político todavía no recibió el proyecto que
anunció el Presidente, pero ya tiene varios
presentados. Uno de ellos es contra el cortesano
Ricardo Lorenzetti y es impulsado por la fundadora
de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. También hay
otros auspiciados por JxC contra distintos
integrantes del Gabinete.
Los movimientos de este lunes en la cámara Baja
alimentan la idea de un verano intenso. Fuentes
parlamentarias explicaron que existe la chance de un
período de ordinarias que arranque dentro de dos
semanas y que tenga una primera sesión a fines de
este mes. Esa posibilidad alimenta las sospechas de
un trámite veloz del pedido de juicio político. No
será gratuito para el oficialismo. El interbloque de
Juntos por el Cambio ya anticipó su rechazo a la
avanzada oficial contra la Corte, pero no se privará
de intervenir en una eventual reactivación de la
comisión que deberá tramitarlo para confrontar con
la mayoría que tiene el FdT para firmar el dictamen.
A los 16 integrantes del oficialismo en la comisión
que preside Gaillard, hay otros 14 de JxC y uno del
interbloque Federal, que conduce Alejandro Topo
Rodríguez y avisó que no respaldará el dictamen. “Un
gobierno ocupado en voltear al presidente de la
Corte es motor de desconfianza, espanta eventuales
inversiones y rompe la incipiente reconstrucción de
la confianza que se logró en los últimos meses a
nivel internacional. Da la sensación de que el
Presidente le hace el juego a los más duros
opositores de la derecha, que buscan lo mismo:
arruinar cualquier recuperación económica”, lanzó a
titulo personal el legislador. Tiene un contacto
fluido con el exministro y excandidato presidencial
Roberto Lavagna y si se activa la comisión, será
otra voz incómoda para el oficialismo.
En el FdT dan por descontada la reunión del
Presidente con las autoridades parlamentarias en las
próximas horas. Deberán reordenar la hoja de ruta
legislativa que quedó trunca en diciembre. La
extensión del período de ordinarias del 30 de
noviembre al 30 de diciembre sólo tuvo reveses para
el oficialismo y cerró sin nuevas sesiones.
Todo quedó varado luego del 1D, cuando naufragó la
sesión preparatoria para ratificar a Moreau como
titular del cuerpo porque la oposición la dejó sin
cuórum. Dos horas después se cayó una sesión
especial que comenzó sin la presencia de Juntos por
el Cambio y se derrumbó cuando decidieron retirarse
los socios esquivos que la habían sostenido, como el
interbloque Federal. La escena se repitió con menos
gritos antes de Navidad, en otro intento para
sesionar que no tuvo éxito.
Las tres sesiones fallidas de diciembre son el
prólogo de otro eventual período de extraordinarias.
El antecedente del 2022 no presagia mejores
resultados: el Presidente ya convocó a sesiones de
este tipo en los años anteriores, pero sin
resultados. El año pasado firmó el decreto para
sesionar en febrero con un temario de 18 puntos,
pero no pudieron tratar ninguno, porque un día antes
de su inicio renunció el diputado Máximo Kirchner a
la presidencia del bloque y fue reemplazado por
Martínez.
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