03|04|2024
Grave: las
universidades se quedan sin fondos a mitad de año
por el ajuste que decidió Milei
Tras la decisión de Javier Milei de prorrogar el
presupuesto 2023 para este 2024, desde las
universidades advierten que incluso con un
congelamiento de sueldos, el funcionamiento de las
instituciones estaría en riego.
La decisión del presidente Javier Milei de prorrogar
el presupuesto 2023 para el Estado ya está vigente,
puso en pie de alerta a las universidades
nacionales, unas 132 en todo el país. Desde las
unviversidades advierten que con el congelamiento de
sueldos podría estar en riesgo el comienzo de las
clases.
Si prorrogar el presupuesto significa que se tomarán
los salarios de diciembre y se los multiplicará por
13, el ritmo inflacionario del último mes implicaría
que su valor real se reduciría a la mitad en un par
de meses. Si se girara en enero la partida del mismo
mes, pero de 2023 (sin los aumentos que se hicieron
durante el año), no alcanzaría ni siquiera para el
primer mes de 2024. En cualquiera de los dos casos,
los cálculos más optimistas estiman que los fondos
podrían evaporarse entre abril, y julio o agosto.
En diálogo con Nora Bär para El Destape, Mario
Lozano, ex rector de la Universidad Nacional de
Quilmes, explicó: “El presupuesto universitario
tiene dos grandes rubros: lo que se usa para pagar
salarios, que en las distintas universidades
equivale a entre un 65% (cuando tienen una economía
ordenada) y un 90% del total. El resto, lo que queda
por fuera de los salarios y está estipulado en el
proyecto de la Ley de Presupuesto Nacional, es para
funcionamiento. Eso incluye todo lo que hay que
abonar, desde alquiler, equipamiento, laboratorios,
computadoras o muebles, hasta becas, contratos,
servicios".
Por ejemplo, la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales de la UBA necesitó el año último 200
millones de pesos para mantenerse en funcionamiento
(sin sueldos). Con una inflación del 220 o 230%,
ahora necesitarían unos 600 millones; es decir, que
con los 200 millones que les alcanzaron para todo el
año llegarían hasta abril como máximo.
"Cualquiera se da cuenta de que lo que se gastó en
2023 tiene que ver con cosas que tenían un costo
distinto en enero que en febrero o en marzo. De
hecho, el presupuesto del año pasado estaba armado
con una inflación estimada en el 60%, y luego hubo
ajustes porque la inflación terminó superando el
140%. Y cuando hablamos de personal del Estado, eso
incluye al Conicet, a las universidades, pero
también a los hospitales… Si en enero se pagan los
mismos sueldos que en diciembre, eso ya sería un
golpe para el bolsillo, y lo mismo en febrero y
marzo. Si uno multiplica diciembre por la cantidad
de meses, con ese presupuesto se acaba la plata más
o menos a mitad de año", advirtió al Destape Jorge
Aliaga, Secretario de Planeamiento y Evaluación
Institucional de la Universidad Nacional de
Hurlingam e integrante del Directorio del Conicet.
|